A lo largo de 20 kilómetros de montañas, de picos escarpados, gargantas majestuosas, ríos y riachuelos que bañan praderas del verde más intenso, cualquiera que se encuentre en medio de este parque natural no dejará de sorprenderse.
Se entiende perfectamente que los celtas encontrasen en estos picos, sobre todo en el Monte Blanco, a su adorado dios pétreo. Estos parajes son un paraíso para cualquier senderista, escalador o amante de la naturaleza.
Una ruta que fascina a cualquier caminante es la llamada Ruta del Cares. Unos 11 kilómetros entre los pueblos de Poncebos (pueblo de montaña perteneciente al concejo de Cabrales en Asturias) y Caín (que pertenece a Valdeón, León), por montañas que la actividad glacial ha esculpido en formas variopintas, desfiladeros de cuentos de hadas y la majestuosa garganta, llamada “garganta divina”.
Empezando desde Poncebos se puede hacer la ruta en tres o cuatro horas, y la vuelta es por el mismo lado, algo que no se hace aburrido dado el valor del paisaje. De todas formas Caín es un lugar diminuto y de ensueño, así que no es para nada mal lugar donde pasar un día, una noche o las que apetezcan. Hay casas que ofrecen comida y habitaciones, lugares ideales para tomar una buena sidra, mientras se oye el agua del río pasar sin quedarse en este lugar mágico.
Picos de Europa (Peaks of Europe)
I'm sure hikers would be amazed at any point of these 20 kilometres of mountains, craggy peaks, stunning gorges and rivers and streams which bathe the greenest meadows. This is Picos de Europa National Park, a wonderful site in the north of Spain.
It is perfectly understood that Celts had found among this mountains, specially the one called Monte Blanco (White Mount), their worshipped god of Stone. This landscape will be a paradise to any trekker, climber or nature lover.
One of the most popular trails, loved by all level hikers, is the so called Ruta del Cares, a 11- kilometre path carved in the mountains between Poncebos (a mountain village belonging to Cabrales in Asturias) and Caín (which belongs to Valdeón, in León). The glacial activity that carved the mountains made lovely shapes in the rocks, ravines which seem taken from fairy tales and the impressive gorge, called “garganta divina”.
Setting off in Poncebos the trip can be done in three or four hours. The way back is by the same trail, but it is difficult to get bored since the landscape is really worthy. But Caín, the last stop, is a wonderful tiny village with accommodation where travellers can stay there for a night to relax, enjoy a glass of typical cider or taste the local home made food while listening to the sound of the river.